PLAÇA MAJOR (Rosa Juncadella)

jueves, 21 de marzo de 2013


La plaça Major de Pallejà és la més simbòlica del nostre poble, des de fa molts anys era la més concorreguda. En ella s'ubicava l'Ajuntament, “ Casa de la Vila”, on el servei mèdic i tenia un departament a la mateixa estança, i a dalt, hi havia un pis on hi vivia el mestre, a primers del segle XX.
Molt aprop es divisava el Castell amb el seu particular carisma, i a l'altre costat i prop de la plaça hi abundaven les vinyes.
A una de les cantonades hi vivia el Xaripa, al costat la Valenciana, i també hi havia la botiga de la Madrona, que venia fruita bona. Prop de la Casa de la Vila hi havia una carnisseria, i al costat Cal Fusteret, que allà s'hi podia comprar queviures, articles de merceria, de drogueria i medicaments.
A l'altra cantonada hi havia Ca la Rossa que eren "recaders" del poble i amb un farcell a l'esquena portaven comandes a Barcelona i tornaven amb encàrrecs. Al costat hi havia un sabater anomenat el Llop, i a l'altre casa un barber, que també posava injeccions molt be.
Al cap d'un temps hi van posar una polleria, també més endavant, més o menys cap els anys 50, i al costat de la Casa de la Vila hi va viure un sabater que es deia Isidre, per cert molt afeccionat al Barça; allà , els dilluns hi passaven l'estona alguns homes per fer comentaris dels partits.
No cal dir que era la plaça de trobada dels nens i nenes del poble. També s'hi feien celebracions diverses: per les Festes Majors s'hi ballaven sardanes, i durant l'any moltes altres activitats culturals i lúdiques; com les festes de la vellesa, cants de coral, caramelles...
Actualment la plaça està molt canviada, van enderrocar les cases més velles i van fer pisos nous. Ara hi tenim una joieria, un gimnàs, la botiga dels ocells, i el Major Nou, ubicat a l'antiga Casa de la Vila. És un bar molt simbòlic, ja que des de la seva inauguració, tot i que ha passat per diferents amos o llogaters, sempre han donat prestigi a la plaça. Crec que ha tingut un caire de trobada d'amics, de familiars, de espera per les festes que actualment és fan al Castell...
I últimament s'ha convertit en lloc de conversa, en especial pels amics de l'art, pels escriptors, pels que escrivim sobre el nostre poble, pels xerpes i xerraires, que allà reunits i compartint cafès, fem tertúlies per transmetre a diferents medis de comunicació, com la radio i com no, a Internet.
Rosa, gener de 2013












Perquè llegir? (Eva Bonet)

miércoles, 20 de marzo de 2013



Quina pregunta? pense sorprès, fins i tot una mica ofès un lector.
Quan alguna vegada algú m'ha fet aquesta pregunta, jo mateixa em sorprenc pensant, però com pot ser que algú no li agradi llegir?, Aquest instant màgic quan busco la intimitat per submergir-me en una nova aventura, i des de la meva butaca em converteixo en princesa , bandolera, lladre, mag ... i tants i tants personatges que m'acompanyen en mil moments. Com explicar que arribo a plorar amb ells, riure amb ells, patir, m'he casat no se quantes vegades, m'he divorciats altres tantes, he viatjat per l'espai i per l'interior de la terra, he estimat amb passió i odiat fins a l'infinit, he pujat al Everest i banyat a les platges més belles del món,  i sentit l'aire als meus cabells asseguda en la meva sala, passant els fulls del meu llibre em converteixo en el que llegeixo, creant un món paral · lel que m'ajuda a gaudir encara més del meu propi.

Perquè llegir? Com no fer-ho.             Eva Bonet




SOLAS ELLA Y YO (Manuela Llera)

En la sala silenciosa, solas ella y yo, solíamos sentarnos en nuestras respectivas sillas con el asiento de anea; debajo de la falda de gamuza de la pequeña mesa camilla, un cálido brasero reconfortaba la estancia.
Frente a nosotras, una vieja ventana de madera de dos hojas, sólo una de ellas tenía cristal, daba a una calle amplia y soleada. A través del fino cristal, a veces, veía caer las canales, que resbalaban del viejo y sumiso tejado cuando la lenta lluvia caía. Cómo música de fondo, el tic-tac del viejo y cansado reloj despertador que reposaba en el basar, sólo
funcionaba si estaba echado en su propio costado. Silencio y tristeza en la cara de ella. En la mía, aburrimiento, creándome una melancolía eterna. Largas noches, monotonía estable, escaseé de infantes. Sólo tristeza adulta. Son huellas que el paso del largo tiempo nunca puede borrar. Aquellas horas largas, constante vacío de alborozo. Consejos de
una mente de dos generaciones atrás. -“En mi época, las faldas se llevaban hasta los tobillos; de hecho; aún la sigo llevando“. Solía decirme -“Ahora, ya ves, tu la llevas muy corta, apenas te tapa las rodillas. Aún eres pequeña, pero cuando seas mayor te la tendrás que
poner más larga, no está bien visto que una señorita vaya luciendo las piernas. Te tienes que ir preparando para el futuro que te espera. Tienes que aprender a coser, hacer toda clase de labores hogareñas, es lo que vas a necesitar cuando seas mayor, y a lo largo de toda tu vida“. Y así, siempre la misma canción. Y yo siempre atenta a los consejos, sin un reproche, ni una sola queja. “¿Esta noche que vamos a cenar?” Pocas veces me atrevía a hacer esa pregunta; entre otras cosas porque ya lo sabía, casi siempre era el mismo menú: pan tostado en el brasero de picón, con un chorrito de aceite de oliva y un trocito de queso de cabra, de elaboración propia. En contadas ocasiones cambiaba el queso por una pastilla de chocolate. -“¿Esta tarde podré salir un ratito con mis amigas?”
Es domingo.“ Me atreví a preguntar. -“Sí, puedes salir a jugar, pero antes de ponerse el Sol tienes que volver, no me gusta que andes por la calle
cuando se haga de noche” Me ponía un vestido bonito, y me peinaba con dos largas trenzas, en las que me ponía dos lazos blancos como dos grandes mariposas. Luego, en ocasiones, se rebuscaba en su faltriquera y me daba una perra gorda, o, como mucho, tres chicas. Siempre me las gastaba en comprarme confites de anís. En las largas noches, sobre todo en invierno, empleábamos el tiempo escogiendo los garbanzos, naturalmente, uno a uno, ya que abundaban las impurezas, era el menú
casi diario. Otras noches me tocaba leer una página de un libro cualquiera, mi abuela era sumamente metódica, y yo, obediente y sumisa.
A veces me ponía como deberes copiar la página que había leído el día anterior; un día a la semana tocaba hacer cuentas y estudiar la tabla de multiplicar. En fin, pocas horas tenía libre, por el día tocaba labores:
ganchillo, el fatídico punto de cruz, punto de media, pero sobre todo coser: hacer zurcidos y piezas en la ropa ya rota, los calcetines eran una tortura, cada día se rompían. Todo era rutina: desde entonces la detesto.
Antes de irnos a dormir, era como un ritual, mi abuela cerraba las puertas, le daba cuerda al reloj y cambiaba la hoja al almanaque perpetuo que colgaba de la pared. Cuando yo era casi una adolescente, mi abuela enfermó. Una mañana fría del mes de noviembre se me fue para siempre.
Yo sentí un gran dolor y pensé que se había llevado un trozo de mi. Hoy es un pasado muy lejano, pero aquellas huellas monótonas me fueron de gran provecho a lo largo de toda mi vida, porque me enseñaron a saber estar, a escuchar, a obedecer y tantas, y tantas cosas de provecho. Lástima que casi no supe aprovecharlo o no quise, a lo mejor porque la creí poco adecuada para mi época.

Manuela Llera Ramos
                           

CONCURS LITERARI SANT JORDI 2003 PALLEJÀ (Noticies)

martes, 19 de marzo de 2013



Un altre any més arriba el concurs literari de Sant Jordi a Pallejà, aquí us deixo l'enllaç que us portarà a les bases.

Donem suport les nostres activitats culturals de la millor manera, 

PARTICIPANT



Otro año más llega el concurso literario de  Sant Jordi en Pallejà, aquí os dejo el enlace que os llevará a las bases.

Apoyemos nuestras actividades culturales de la mejor manera, 


PARTICIPANDO

Pity Queen. (Eva Bonet)


Abrió los ojos y no se sorprendió al ver en el reloj despertador que nunca utilizaba, las seis de  la mañana, ya  que  cada día y desde casi siempre su cuerpo cronometrado por la rutina se  despertaba  a la misma  hora, se levanto tranquilamente y se dirigió como siempre a la cocina, encendió la cafetera, levanto la persiana, miró al cielo oscuro intentando  adivinar  el tiempo que haría mientras abría el lavaplatos para recoger los platos ya limpios de la cena, terminó y se paseó por la casa poniendo en su sitio todo lo que estaba fuera de lugar mientras se dirigía al baño a darse la ducha  matinal.
Le  encantaba  ese primer momento debajo de la ducha con el agua muy caliente deslizándose por todo su cuerpo, era tan meticulosa que hasta en la ducha seguía un ritual diario, primero el cuerpo, hombros, brazos, pecho, vientre, piernas, pies, orejas y por último el pelo, rubio oscuro con reflejos dorados igual que sus cejas, era una mujer bella, con unos enormes ojos marrones enmarcados por unas  espesas  y largas pestañas, nariz respingona y labios delineados que al sonreír descubrían unos dientes perfectos,  si, era una mujer bella, alta, estilizada,  y a pesar  de los dos embarazos prácticamente seguidos su vientre era firme y elástico.
Salió de la ducha, se puso su albornoz y con delicadeza empezó a despertar  a la familia, se acercó a su cama y susurro el nombre  de su esposo: - Enrique,  Enrique, despierta, son las siete menos cuarto, - ¡va!, ves despertándote, volvió al baño para acabar de arreglarse, cerró la puerta  para que el ruido del secador molestara lo menos posible, se puso crema hidratante por el rostro y cuerpo y minuciosamente  miró sus manos, tenía que ir inmediatamente a hacerse la manicura, su aspecto era fundamental  para  ella, le  gustaba cuidarse pero de un tiempo a esta parte era casi una obsesión obligada.
Mientras su marido se aseaba, ella  despertó a su hijo mayor y luego al pequeño, le gustaba observarlos durmiendo antes llamarles, levantaba la persiana para que apenas se filtrara la luz del día que nacía, se sentaba en la cama y dulcemente les acariciaba el pelo mientras decía:
-       Buenos  días por la mañana, es hora de levantarse.
La casa estaba  despierta, los ruidos habituales de armarios abriéndose, de niños bostezando, de  agua, el calentador funcionando, la cafetera con su luz encendida lista para preparar el café, los bocadillos de los niños para el desayuno, las carteras que se dejaban caer al suelo cargadas de libros, las noticias en la televisión, la persiana  del vecino levantándose y por fin los primeros rayos de sol,
-       Bueno, parece que hará un día soleado, pensó alegremente.
El reloj anunciaba el inexorable paso del tiempo
-       Atención tropa, las ocho menos cuarto, acabad ya de vestiros que se hará  tarde.
-       Hoy iré a la ciudad, tengo que hacer recados y estaré todo el día fuera no vendré ni a comer, luego pasaré directamente por el colegio a recoger a los niños, esta noche cenaremos pronto así podremos ver  todos la  película esa que decíais ayer, ¿qué te parece?, le dijo a su marido que ya vestido entraba en la cocina.
-       Perfecto, intentaré estar como máximo aquí a las siete y media, ¿va bien?.
-       Perfecto también, le contesta sonriendo.
Enrique prepara el café para él y su mujer y como cada día  se sientan a la mesa mientras escuchan las noticias, lo más interesante, el tiempo.
Se conocen desde hace tanto tiempo que  las medias palabras sirven para crear un diálogo, las miradas se cruzan sin  necesidad de más. Él hace un  gesto de cansancio, y ella le pregunta:
 -   ¿Qué tal se presenta el día?
Tengo que hacer cinco visitas  a clientes y luego un  montón de papeleo en la oficina, espero que me dé tiempo a terminarlo todo porque mañana haremos una reunión en el departamento y seguramente  me pedirán datos.
Enrique trabajaba en una multinacional, tenía un puesto intermedio con cinco empleados a su cargo que vendían uno de los tantos productos que la compañía ofrecía, las ventas habían descendido y la prima extra que suponía alcanzar objetivos se había ido con algunos clientes, no eran tiempos fáciles, las facturas se habían convertido en una verdadera pesadilla, pero ella se había hecho cargo de todo, recorto gastos, habló con acreedores, y las cosas empezaron a funcionar  de nuevo, él  se sintió más tranquilo y agradeció tener una mujer  cuidadosa que supiera gestionar  su casa y a su familia, nunca le pidió que  buscara un trabajo pues la conocía  y sabía que ella no sabría  moverse sola por este mundo de  locos, él  la protegía sin duda y ella lo sabía, aún se sorprendía que una mujer  tan bella  se hubiese fijado  en él, no era tonto y se veía en el espejo, estar delgado le costaba  pasar  hambre y su pelo negro de joven era un recuerdo, en cambio ella había madurado esplendorosamente, sus finas curvas de juventud habían  dado paso a un cuerpo sensual de mujer, aún se giraban para mirarla al pasear por la calle y él celosamente apretaba el abrazo mientras ella se giraba y le sonreía pícaramente para tranquilizarle. Ella era suya como él le pertenecía totalmente, se querían.
-       Ahora sí, niños salid ya vais a hacer que papa llegue tarde a trabajar, y vosotros también, la puntualidad es una señal de responsabilidad y educación, venga ahora  mismo, dijo con tono grave a sus hijos.
Los dos adolescentes salieron corriendo con sus chaquetas mal puestas y las carteras colgadas de  cualquier manera a sus hombros, peinados a lo moderno como ellos decían, lo que se  traducía en que el peine hacía semanas que se paseaba lo justo por sus cabezas, pero ella no tenía ganas decirles nada, ese día tenía prisa.
Un beso para cada uno, deseos de un  buen día  y una palmadita en la espalda.
Abrió las ventanas para airear las habitaciones mientras recogía los vasos del desayuno, barrió el comedor, limpió los baños, hizo  las camas y empezó a vestirse.
El gran armario que cubría una de las habitaciones era prácticamente un chatarrero lleno de  trastos de aquellos que  uno sabe tiene que tirar pero no se decide nunca, pero en uno de sus recovecos colgados en un perchero oculto en una de las esquinas, cuatro magníficos  trajes chaqueta envueltos en fundas descansaban sin hacer ruido.
-       Hoy mejor iré de blanco y negro, seguro que no falla, una ejecutiva, me soltaré el pelo y me pondré el collar de perlas, o quizás el marrón a rayas verdes y grises con cuello de pana, es  más informal pero la falda entubada me sienta muy bien, con unas  medias de seda acristalada con raya negra posterior y las gafas negras de concha, una secretaria servicial, sí creo que elegiré este. Miró su reloj, el tiempo se le echaba encima eran las ocho y treinta y cinco y había quedado a las once, el trayecto hasta la ciudad le llevaría aproximadamente una hora y otra media hora llegar al punto  de encuentro, bien,  tenía que darse prisa.
Se puso las medias con cuidado para  que no se le hicieran carreras, un viso con encaje, una blusa blanca abierta  lo justo y el traje chaqueta. Como pudo saco la maleta Louis Vuitton que hacía poco había adquirido y  comprobó que todo estuviera en su lugar. Un poco de perfume, no muy excesivo pues era de día y además de mañana, apagó luces, bajo persianas, cogió la maleta y se dirigió tranquilamente  a la estación.
-       Buenos días. Oyó que le decían al salir de casa.
-       Buenos días para ti también.
-       ¿Dónde vas tan elegante?. – Preguntó con curiosidad  la vecina que aún llevaba el pijama puesto mientras regaba las plantas.
-       No te creas un trapillo que tenía guardado y  que me ha apetecido ponerme, a la ciudad, tengo recados que hacer, volveré esta tarde, acabó de informar para evitar más  preguntas.
Compró el billete y se dispuso a esperar, unas  veinte  personas en el andén  miraban ansiosas  la cuenta atrás del gran reloj digital que anunciaba la llegada del próximo tren, apenas un minuto.
Le gustaba mirar por la ventana, descubrir  en cada viaje algo que no había visto en el anterior, ver como el paisaje se  transformaba con el tiempo y las estaciones, observar a la gente que entraba y salía, como se movían, como iban vestidos, se sentía como una  niña  yendo de  excursión, llevaba la maleta encima de sus piernas, una Luis Vuitton merecería un  medio de transporte más exclusivo, un  gran coche quizás, pero eso por el momento no era posible, aunque …ya lo tenía pensado, que ilusión le haría  a  Enrique, un todo terreno de  esos negros que se  veían siempre en el carril izquierdo de la autopista.
“Próxima estación…” anunciaba el megáfono, la suya.
Bajo y con paso rápido se dirigió a la salida, una gran avenida  se mostró ante ella, el aire fresco de la mañana aún se percibía, la gente como autómatas andaban en todas direcciones, los bares, cafeterías, restaurantes preparaban sus terrazas para los clientes.
Por fin llegó al número indicado, eran las diez y cuarenta y cinco, quince minutos antes de lo convenido, miró la majestuosa fachada, de estilo modernista pudo observar, balcones  redondeados, y una gran puerta de entrada  de hierro forjado que daba paso a una enorme y ancha escalera  de mármol cubierta con una alfombra roja alumbrada por una lámpara de cristal de roca en forma de araña.
Le costó un poco abrir la puerta hasta que el portero apresuradamente y quitándose el sombrero acabó de empujarla
-       Buenos días, dígame Ud Señora, ¿en qué puedo ayudarla?, sonrió  amablemente.
-       Buenos días, al quinto primera, me están  esperando, contestó ella discretamente.
-       Perfecto, déjeme un  segundo que la anuncio, ¿su nombre por favor?.
-       Pity, Pity Queen.
Mientras el portero llama, ella  se  vuelve para observar  los grandes cuadros colgados a  ambos lados  de la  escalera, representaciones de antiguas  batallas, donde los caballos son más majestuosos que los personajes que representan.
-       Señorita, señorita – dice el hombre, - puede  Ud. subir, gracias.
-       Se lo agradezco, responde ella con una amplia sonrisa, por cierto una entrada preciosa.
El hombre se ruboriza y con un gesto de cabeza agradece el cumplido, la verdad es que hacía tiempo que no veía una mujer tan guapa.
El ascensor como el resto de la construcción estaba impecable, de madera de teca pulidamente barnizada tenía un banquito para  sentarse y un pequeño espejo, donde coqueta echa un último vistazo a su aspecto,  se recompone un  mechón de pelo  que se le ha escapado del recogido, un retoque en los labios, y un pellizco  en cada mejilla para dar color.
El timbre es un conjunto de campanillas, una sirvienta uniformada abre la puerta con la mirada fija en el suelo y sin decir una palabra la acompaña a una amplia  habitación con grandes  ventanales donde el sol a raudales entra sin ningún  tipo de pudor.
-       Buenos días querido, que precioso día  tenemos hoy.
-       No sabes como me alegro de verte, hasta me acuerdo de ti de vez en cuando, ¿una copa?,  dice él.
-       Una copa, a estas horas, no gracias no me apetece, llevas un batín nuevo , ¿verdad?
-       Que observadora se ríe él. El hombre maduro con pelo totalmente negro fuma  un cigarro mientras toma un cognac,  se sienta comodamente mientras observa a la mujer que de forma  metódica coloca  encima de la mesa todos sus enseres de  trabajo.
Ella  se gira  y lo contempla entonces lentamente se  acerca y le coge los cabellos con las manos mientras le besa la mejilla, le quita  el cigarro y lo apaga en uno de sus brazos, él  se  estremece.
-       ¿Como quieres  que empezemos hoy?, le pregunta  mientras  deja que él le quite las medias y baje su falda.
-       Has traído a tu amigo.
-       Por supuesto, allí está esperando.
-       Entonces empieza por usarlo, y luego improvisaremos.
-       Ya conoces las condiciones, le susurra ella al oído.
-       Siempre tan práctica, ten, no lo he olvidado, mil euros por tres horas, menos mal que de esto no se entera nadie, dice él riendo mientras acaricia sus  caderas.
Una  ambulancia  hace oír  sus sirenas estridentes fuera en la calle, el sol del mediodía  luce en  todo su esplendor.
Ella coge  los billetes y los guarda  en el  bolsillo interior de su maleta Luis Vuitton  y coge el látigo mientras piensa,  “esta noche voy a prepararles una cena de  rechupete, lo mejor  que encuentre  en el supermercado”, 

La Recomanació de l'Aurora (Noticies)

Una recomendación de buena lectura hecha por nuestra amiga, compañera y profesora Aurora Giménez.



Habrá que "echarle un vistazo"

I a partir del 2 d'abril el podrem trobar també en Català

LA FUENTE DEL CARIÑO (Higinio San Millán)

sábado, 16 de marzo de 2013



LA FUENTE DEL CARIÑO


Si pudiera asimilar el  deleite del agua que me observa,

si pudiera limpiar todo lo sucio con ese agua que me sonríe.

Veo una historia que borda las costuras mas hermosas,

la añoranza con la melancolía que dibuja,

unas pulcras  páginas con unos sencillos versos.

                   Bello manantial, bello manantial….

                  A ti, Fuente del Cariño,

                  a ti te lo quiero contar.



Sí puedo escribir minutos,

del surcar toda una vida.

El pájaro transmite con su canto,

una historia que a través del tiempo,

remanso de paz y amor,

azota la brisa tenue sobre los árboles centenarios

formando dialogo sin voz.



Mientras, nuestros cuerpos embelesados con el nombre

que te asignaron, fuente del Cariño.

Transcurrían las horas como minutos fugaces,

en un mutuo palpitar del corazón,

esperando una respuesta al sonido monótono

del agua al caer en el fondo de la balsa,

en el dulce remanso del silencio.



Fuente del Cariño,

Si, fuente del Cariño

donde mecía la madre al niño,

donde el abuelo contaba historias….

Donde, no sé dónde….

Donde y sencillamente,  la tarde era noche,

donde la noche era gloria.

PREMIO CIUDAD DE SANT ANDREU DE LA BARCA. (Concursos)

sábado, 9 de marzo de 2013

    PREMIO CIUDAD DE SANT ANDREU DE LA BARCA.
XIV CERTAMEN LITERAIRIO DE POESÍA Y RELATO CORTO


El Fòrum Cultural Gaspar de Preses y el Ayuntamiento de Sant Andreu de la Barca (Barcelona) convocan el décimo cuarto certamen literario de poesía y de relato corto Premio Ciudad de Sant Andreu de la Barca.

B A S E S
1º.- Pueden concurrir todas las personas que lo deseen, excepto los ganadores de la última edición en cada modalidad.

2º.- Los premios convocados corresponden a las modalidades siguientes:

Modalidad 1: -Poema en castellano.
Modalidad 2: -Poema en catalán.
Modalidad 3: -Relato corto en castellano.
Modalidad 4: -Relato corto en catalán.
Modalidad 5: -Premio Especial Sant Andreu de la Barca: poesía o relato corto, en castellano o en catalán, sobre el tema: “Sant Andreu de la Barca”.

3º.- El poema, que ha de ser original e inédito, debe tener una extensión mínima de 20 versos y máxima de 60 y debe estar mecanografiado a doble espacio y por una sola cara. Tanto el tema como la composición son libres.

El relato corto, que deber ser original e inédito, debe tener una extensión mínima de tres hojas y máxima de cinco, en formato DIN A4 y debe estar mecanografiado a doble espacio y por una sola cara. El tema es libre.
Cada participante solo puede concurrir a este certamen con una sola obra para cada una de las modalidades.

4º.- Los originales se han de presentar por quintuplicado, por el sistema de lema y plica. En la portada tendrán que llevar el lema, el título y el número de la modalidad a la que optan. En un sobre cerrado constará el nombre y apellidos del autor, nacionalidad, domicilio, DNI, teléfono de contacto y/o correo electrónico, acompañado de una breve biografía del autor/a.

5º.- El original, las copias y el sobre cerrado se han de tramitar, por correo certificado, al Premio Ciudad de Sant Andreu de la Barca:
Ayuntamiento de Sant Andreu de la Barca.
Concejalía de Cultura,
Plaza del Ayuntamiento, 1
08740 Sant Andreu de la Barca (Barcelona)

o entregarse en mano en dicho equipamiento antes del día 15 de marzo de 2013.

6º.- Se establece un premio de 500 euros para cada modalidad.

7º.- El Jurado estará formado por tres destacadas personalidades de la creación y la crítica literarias, un miembro de la entidad convocante y un representante de la corporación municipal.

8º.- La decisión del jurado se dará a conocer a través de los medios de comunicación y se notificará, por carta o llamada telefónica, a los galardonados, los cuales están obligados a asistir al acto de entrega de premios.

9º.-Los ganadores tendrán que enviar la obra premiada por correo electrónico a la dirección: gaspardepreses@sabarca.cat, en el término de 15 días.

10º.- La Regiduría de Cultural se reserva el derecho de publicar las obras ganadoras.

11º.- El anuncio público de la decisión, así como la entrega de premios, se harán durante la primavera de 2013.

12º.- Los trabajos no premiados no se devolverán a sus autores y se destruirán pasados cinco días del nombramiento de los galardonados sin abrir las plicas.

13º.-La resolución de todas las cuestiones que puedan surgir o plantearse sobre este certamen son competencia de la entidad convocante.

14º.- La participación en este certamen supone el conocimiento y la aceptación de estas Bases, así como la aceptación de todas las decisiones que adopte la entidad para que puedan ser interpretadas y aplicadas.

Para más información podéis dirigiros a:

-Ayuntamiento de Sant Andreu de la Barca
  Concejalía de Cultura
  Plaza del Ayuntamiento nº 1.
  08740 Sant Andreu de la Barca (Barcelona)
  Teléfono: 936356400
  Horario de atención al público:
  De lunes a viernes de 9:00h a 14:00h



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El MEU JARDÍ (Rosa Juncadella)





I que be m'ho he passat
netejant el meu jardí,
totes les flors he mirat
i encisada n'he quedat.

Les hortènsies ja han brotat
els lliris son rics de fulles,
el lilà ja treu espurnes
i el narcís ja ha esclatat.

Violes que em timidesa
escampeu arreu l'olor,
conquisteu al llessamí
que ja comenci a florir.
Rosa

LA ROSA I EL ROSER (Alexandra Morera)



                                                 Mira la rosa al roser


i li diu trista i plorosa;
-Avui,m'aparten de tu
perque soc massa formosa.

Altres amor com tu
em volen tenir a la vora.
No saben que el meu amor
ets tu,roser i em fan fora.


Amb tu podia brostar
i tenir noves poncelles,
i morir molt dolçament
voltada de flors vermelles-.

"No pencis que és un final
t'esperaràn mil princeses
o aquella ma angelical,
que ben segur desconèixes.

O aquella mare amorosa
que et prendrà entre ses mans
i et veurà tan,tan formosa,
tal i com eres abans"


-Escolta,el vent s'ha aturat-
Diu la rosa tremolosa,
-se que s'acosta el moment-
De tot d'una bufa el vent
i el roser abraça la rosa,
culpit pel seu sentiment.

Alexandra
( 23 d'abril 2.011 )


EL PAÍS DE LAS MUÑECAS (Agustín Rueda)


Era principio del siglo xx, en un lugar muy lejano había un país pequeñito donde todos sus habitantes eran muñecas. Las gentes de otros lugares intentaban dar con ellas, encontrarlas pero les resultaba imposible, eran astutas conseguían burlarlos una y otra vez.
Dicho país, estaba rodeado por una gigantesca muralla, los soldados vigilaban día y noche para burlar y no ser descubiertos por los humanos.
Vivían en suntuosos castillos fabricados de porcelana china, estaban rodeados de suntuosos jardines plenos de rosales de todos los colores imaginables, estaban debidamente alineados. Los pétalos de las rosas eran de chocolate, los tallos de de regaliz y las espinas de caramelo.
Era un pueblo feliz. La reina Aliseda era una dama bella, de rubios cabellos y cara sonrosada, era buena y bondadosa, siempre tenía palabras amables para todo su pueblo a los que trataba con sabiduría y sabia justicia.

***

Un día su majestad salió de palacio a dar un paseo, se encontró Alfonso, un guapo y atractivo pastor que cuidaba su rebaño, se pusieron a hablar y habla que te hablarás se enamoraron locamente; se lo llevó a palacio y se casaron
Alfonso, dejó de ser pastor para complacer a su Reina. El rey consorte era corpulento, bonachón. Siendo plebeyo había sabido ganarse el cariño y respeto de su pueblo.
Fruto del real enlace le nacieron dos mellizas princesitas; Mari Nieves, y Merceditas, las dicharacheras niñas habían venido a alegrar la vida de palacio.
Pero para su desgracia, Mari Nieves era rechoncha, fea y caprichosa. Como colofón le había nacido una verruga negra como una pasa en la mejilla izquierda.
En contraste, Merceditas era bella, elegante, como un precioso cisne recién cambiado su bello plumaje. 
Las princesas ya tenían dieciocho años que era la mayoría de edad, Mari Nieves, deseaba un novio para casarse, pero claro dado su físico no atraía a ningún joven de palacio que estuviera dispuesto a compartir su amor y hacerla feliz.
Así las cosas, Mari Nieves lloraba y lloraba desconsolada por los rincones de palacio envidiando la suerte de su hermana Merceditas que si era deseada por todos los jóvenes de la comarca.
Un día, artos de los lloriqueos de la princesa se reunieron los monarcas; después de intentar calmar a la princesa Mari Nieves decidieron que aquello no podía continuar, tenían que buscar una solución.
Después de varias horas de acalorada discusión decidieron llamar a Serafín que así se llamaba al juguetero real, le ordenaron que diseñara y fabricara un príncipe acorde con los gustos de la princesa. 
***

Serafín; el juguetero real, era un personajillo menudo, alegre y dicharachero, viendo a la princesa ojerosa, y triste no puso ningún inconveniente, se encerró en su taller y después de mucho meditar se puso manos a la obra.
Tres largos meses, tardo Serafín en crear su un príncipe, no era fácil pero al final lo consiguió.
Un día, solicito audiencia con los monarcas y les presento su obra maestra.
Los reyes; quedaron asombrados al ver la maravilla; un alto y apuesto príncipe tenían ante sus ojos, el cabello era negro, ojos marrones y tez morena. El traje, se lo había confeccionado una muñeca modista que era amiga del juguetero.
La reina, salió corriendo a buscar a la princesa Mari Nieves que como siempre estaba llorando en un rincón perdido de palacio; la hizo venir, al ver al príncipe tan apuesto quedó maravillada; se colgó al cuello de Serafín y se lo comió a besos.
¡Pero se quedó detenidamente mirando a Luis! Que así se llamaba al buen mozo que tenía que ser su novio; empezó a llorar desconsolada.
Los reyes se miraron extrañados: no sabían que le ocurría a su niña.- ¿Pero que tienes Mari nieves?- ¿Qué te pasa es que no te gusta tu novio? -Si mamá, pasa que Luis es un buen mozo alto y guapo y a mi ¡mírame! Soy gorda, y fea, y esta horrenda verruga, no le gustaré.
El juguetero, que quería mucho a sus princesas; rápidamente se puso a pensar Y propuso una solución. -Altezas, -dijo dirigiéndose a los reyes -¿si me dais permiso, yo solucionaría este problema que entristece a la princesa? – ¿Qué pensáis hacer? -Pregunto la reina un tato intranquila.
-Como para mí la cirugía no tiene secretos practicare unos retoques aquí y allá a la princesa Mari Nieves, la dejaré guapa y esbelta, se le alegrará su cara, y nunca más la veremos triste y llorosa.
Sea como decís contestaron los monarcas atropellándosele las palabras al ser pronunciadas.
Serafín, cumplió su promesa; la princesa Mari Nieves, se convirtió en una bella dama. Se casó con su amado Luis; y cuenta la historia que fueron inmensamente felices, les dieron muchos nietos a los reyes y nunca más se escuchó ningún sollozo en palacio!
A. RUEDA

Mª Rosa ( Sara Fernández )

viernes, 8 de marzo de 2013



Mª Rosa
Me cansé de esperar, me cansé de llevar una vida de princesa como decían todos los que me conocían, pero a mis espaldas. Cómo se equivocaban. No conocían la verdadera historia, la historia de una vida marcada por la puesta en escena como si de una obra de teatro se tratara. Estoy agotada de ser la acompañante de un General, de ser una madre postiza, de ser dueña de una vida de mentiras. Ahora me miro al espejo y ya ni me reconozco, soy la viva imagen de alguien cansado, agotado, de ser alguien que realmente no es, que se muestra con sonrisas prefabricadas en lugares que ni siquiera le interesan. Mi marido no me respeta, no me ama, no me demuestra su amor. Todo se ha perdido entre nosotros. Por eso me marcho, porque no quiero sufrir más, no quiero más hipocresía, más vida de fantasías que ni tu te la crees ni yo me la creo, querido Mariano, me he cansado de todo esto, ha sido tan maravilloso, mientras hubo amor que no quiero seguir estropeando algo que ya no existe. Lo siento, pero me voy, por favor no me busques.
Y así dejé mis últimos pensamientos a quien había compartido conmigo 3 años de noviazgo y 8 de matrimonio, y me embarqué hacia la aventura de mi aventura con un Marine de la flota Norteamericana que conocí en uno de los eventos a los que solía ir con mi marido, aunque cuando conocí a Teodoro iba sola.
Me dispongo, andando entre las vías, como el que huye de los combatientes enemigos de una Guerra, a subirme al vagón de la ilusión, al vagón de la esperanza, de los sueños, de la aventura. Nunca había estado tan nerviosa. Ahora, y mientras me disponía a poner un pie para subir al vagón que me deportaría hacia otra vida, me detuve y agarrando con fuerza mis dos maletas, comprendí que ahora, y sólo ahora, después de 11 años, volvía a tener confianza en mis posibilidades, en mi misma, era yo después de tantísimos años. Nadie más decidiría por mi, ni que vestirme, ni que dieta seguir, ni como comportarme... Aquella mujer anulada, estaba volviendo a ser la que era, ella misma.
Ahora, después de esta breve reflexión, ya estoy preparada para comenzar el viaje. Ya no tengo miedo a nada ni a nadie, no necesito protección, ni mayordomos.
Soy una mujer que me merezco vivir de nuevo, pero ahora mi propia vida, la que yo quiera vivir.

ALBA, LA NOIA DE LA MALETA

domingo, 3 de marzo de 2013

Alba era membre d'una família d'un poblet de Lleida. Els seus pares eren pagesos. Era la primera filla, i tenia dues germanes i un germà, l'ultim de néixer. La seva mare es posà malalta i ella havia de col·laborar amb les tasques de la casa i ocupar-se dels seus germans. De petita anava a escola al seu poble i sempre era la primera en aptitud i coneixements. Per problemes familiars, tant sols va cursar estudis primaris. Quan els seus germans van ser més grans, va tenir la oportunitat de traslladar-se a viure a Lleida. Allà, convivint a casa dels seus avis paterns, començà el batxiller i va fer la carrera de Magisteri que va acabar ja de gran. Era una noia de caràcter afable i comunicatiu. Molt bonica, tenia un aire elegant, la perfecció de les seves cames lluïen a través de les mitges de seda i les sabates de taló. La llarga cabellera, moltes vegades la recollia amb un monyo. Després d'un curt festeig es casà amb un jove que treballava en el Banc i es quedà a viure a ciutat. Acabades les oposicions, la destinaren d'interina a un poblet del Bergadà, anomenat Goso, per exercir de mestra d'una escola rural. La seva preocupació va ser gran; deixar el marit, anar a un poble a molts kilòmetres lluny on es disposava de pocs mitjans de transport... Però tenia vocació de mestra i moltes ganes de fer-se un futur. Es comprà una gran maleta i començà a posar-hi totes les seves pertinences: la roba de tardor i d'hivern, calçats adients ja que a muntanya la climatologia era molt freda i nevava sovint. Pujà al tren fins a Manresa, en baixar carregada amb la maleta i mentre caminava per l'andana de la via, anava pensant en el seu futur. En acomodar-se a l'autocar per arribar al seu destí, li van caure unes llàgrimes d'enyorança. " Anys 60 "
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